Cuando llegaron los aliens, primero llamaron al ejército. Luego, a los informáticos.
Juan Zeta era un hombre de mediana edad, con gafas regordetas, así como sus dedos, y todo su cuerpo. Todo en él era grasa. No creía en el ejercicio, jamás creyó en ello, como si de algún mito griego se tratara. Zeta-3-fingers le decían sus amigos, en honor a los 3 dedos que había perdido jugando al teclado ruso, un juego que se popularizó hacia 2130, tras la caída de Europa y el renacer hindú.
– Señores, esto no funciona y no va a funcionar en las próximas horas, por favor necesito espacio - gritó Zeta de mal modo, sin dejar de ver la pantalla, a los cinco generales que rodeaban su escritorio. - La codificación no es algo que hayamos visto antes, he probado de todo y estos ficheros no son nada que podamos descifrar.
Horas atrás, el ejército había recibido desde el cielo un dispositivo pequeño y cuadradito, con un extraño conector. Era la única comunicación que habían recibido de los alienígenas desde que aparecieron. 65535 naves, para ser exactos, todas aparecieron un 7 de marzo. Al despertar el mundo se las encontró, como quien se encuentra con un inesperado y gris, cielo lluvioso de lunes por la mañana.
– Esto es una reliquia tecnológica - había dicho Zeta - USB tipo A, le decían. Ya no se fabrican, pero vamos, que es un dispositivo de almacenamiento físico. Al conectarlo a un viejo ordenador portátil, de esos de museo, podremos ver que hay dentro. Seguramente estos aliens vinieron a la tierra hace tiempo, aprendieron de nuestra tecnología de hace 100 años y…
A Zeta lo habían ido a buscar a su casa en helicóptero, habían destrozado su puerta y se lo llevaron prácticamente arrastrándolo de los pelos hasta la base militar Hangar V. Todo sin una explicación. Él creía que se debía a su último trabajo, donde hizo un jailbreak de los últimos robots policías; nunca se imaginó ni por asomo que esto se podría deber a los endemoniados aliens.
– ¡Lo tengo! - finalmente gritó - ya está, era más fácil de lo que creía. Es un viejo fichero de texto en un críptico formato .pdf , no lograba hacerlo funcionar porque no tenía el programa correcto, pero ya está, he encontrado el programa compatible y listo, mirad todos, acercaos a la pantalla.
Y eso, mis queridos lectores, es lo último que se supo de Zeta.
RIP Zeta-3-fingers