El fin de semana de Super Mario Bros

Después de una larga semana de trabajo cómo fontanero salvando el mundo de males que no pueden ni imaginarse llega el fin de semana para el héroe del videojuego Super Mario Bros. Mario está en su casa en soledad, pasan las horas de una mañana aburrida, y se da cuenta que no tiene nada para comer, se acerca la hora de comer y tiene el frigorífico vacío, tiene una idea, irá al Mercadona de enfrente.

Entra al mercadona y coge el carrito pequeño, no tiene pensado comprar mucha cosa solo lo mínimo para comer el fin de semana, y alguna tontería para comer durante la noche. Se acerca al estante de la pasta, y coge 2 paquetes de spaghetti, 3 de tallarines, 1 macarrones ( no le gustan mucho pero sigue siendo pasta), 4 de ravioli, 2 lasañas y 3 de fideos, con eso tendrá bastante para un par de días.

Esta pasta tengo que acompañarla con alguna bebida espirituosa, piensa el señor Bros. 

Se acerca al pasillo de las bebidas alcohólicas y ve todo tipo de vinos de la cuenca del mediterraneo, no coge ninguna, el vino no le sirve para apaciguar su dolor y olvidar todas los asesinatos que comete durante su vida laboral, ahora necesita algo más fuerte. 

Por fin ve la bebida que le ayuda a pasar el fin de semana solo en casa sin nada que hacer y solo con sus pensamientos, un bote de cristal verde con unas letras semielficas que pone ABSENTA. Que ganas de que caiga la noche y tomarla de un trago, piensa Mario mientras echa 5 botellas al cesto.

Es la hora de abandonar el Mercadona pero antes pasa por el pasillo de las golosinas y bolsas de fritos, ahí coge paquetes de tamaño familiar, aunque dentro de él sabe que se lo comerá solo en el sofá de casa porque no tiene a nadie con quien compartirlo, hasta su propio hermano lo ha abandonado por un animal que usa de montura.

Al llegar a la caja se da cuenta de que debería haber cogido el carro grande, le ha faltado espacio pero ya es demasiado tarde para cambiarlo, paga con su tarjeta y se dispone a volver a casa. Prepara una comida típica italiana con todo lo que ha comprado, y la engulle cómo si hiciera meses que no ha ingerido alimento, luego es tentado por su mente a tomar un poco de absenta. No aguanta hasta la noche estando sobrio, y se pimpla una botella entera, con eso acaba su día.

El domingo es un gran día, le llaman para una emergencia, va con resaca a salvar el mundo, pero es mejor que estar en casa, solo, pensando.