Confusión

Deslumbrado por el blanco grisáceo de esa nieve convertida en hielo, que me rompe las piernas y me hunde más aún en el desconcierto...... Animado por mi amigo J.Kraken. Me atrevo a lanzar mi primer artículo, que escribí al comenzar el confinamiento hace ya casi un año. Una visión particular que quiero compartir, sin intentar convencer a nadie.

15 de marzo 2020

Un mundo extraño, una vida diferente, todo ajeno. Cuando ayer la gente a la que conozco, daba un paso atrás al empezar una conversación, cuando veo gente corriendo embozados, como si un terrible mal acechara entre los arbustos de la casa de campo, comprendo de la era de Acuario ha acabado, que no más refrescos sin azúcar, que se acaba el amor, el toque personal, la vida.

Algunos héroes ayer festejaban el final del mundo, el bar de Antonio estaba de bote en bote, pero hoy estará cerrado por orden gubernativa, igual que La latina, el Zorba..... el Corazón de pollo..... los cines, los teatros, los puticlubs, y nos dedicaremos a partir de ahora a teletrabajar, teleamar, telefollar. Mientras los de siempre se hacen más ricos, y los miserables se hunden más en la mierda.

Entretanto los medianos, obligados a convivir en estrecha intimidad con nuestras familias, engordamos en cuerpo y alma, la mediocridad del pusilánime será elevada a virtud teologal. Que horror, y nuestros gobernantes apelando a la responsabilidad, que asco, esa misma de la que no hacen gala ellos mismos, con imágenes de los enfermos acusando a los sanos de vivir. Apelando a la más baja de las pasiones: El miedo.

Mi amigo tiene confianza, -si el Sida no acabó con la sociedad de los ochenta, esta gripe rara no acabará con nosotros- lo dice con un cigarrillo entre los labios, sentado en su taberna. Es un tipo sabio, griego y sabio, ojalá no se equivoque, yo no lo veo tan claro, presiento hombres con el alma amorcillada, mediocres asustados, encerrados en sus casas, nutriendo su espíritu con las mejores series, gratis eso sí, migajas de ocio para un pueblo manso y cebado. Ya oigo llegar los camiones que nos llevarán al matadero.