La superficie de la Luna está cubierta de regolito, una alfombra de materiales rocosos con una propiedad especial: tienen una gran cantidad de oxígeno. Ahora, la ESA quiere usar esta capa como fuente de oxígeno y metales útiles. Para ello, están poniendo a punto una pequeña planta piloto capaz de utilizar el material y convertirlo en otros más útiles. El objetivo es poder mantener un asentamiento lunar indefinido y una punta de lanza para el siguiente paso: la conquista espacial.