El espíritu emprendedor prácticamente no existe en España, y esta sería la mayor diferencia con respecto a Silicon Valley, donde las ganas que tienen de crear empresas es impresionante. Allí el emprendedor se ve apoyado por un ecosistema perfecto de talento (la zona tiene la capacidad de atraer a los mejores profesionales tanto de EEUU como del extranjero), formación (con la prestigiosa Universidad de Stanford a la cabeza) y financiación (una concentración elevadísima de firmas de capital riesgo y de business angels que, además, entienden...