Identificados el protagonista del lienzo y su autor, y conocida la fecha de su realización –una inscripción en el reverso señala al año 1524–, la pintura –hoy expuesta en el Museo de Capodimonte, en Nápoles– parecía haber desvelado ya todos sus secretos. Sin embargo, los enigmas de este brillante y en apariencia convencional retrato renacentista están todavía lejos de haber sido resueltos por completo.