La cueva de Rouffignac , en la Dordoña (Francia), es uno de los santuarios de arte rupestre más importantes del mundo. Jess Cooney, arqueóloga de la Universidad de Cambridge, se interesó por estas otras marcas y comenzó una investigación que le ha llevado a descubrir que buena parte de estas marcas primitivas fueron hechas por niños. Y no sólo eso, su método comparativo le ha servido para identificar la edad y el sexo de alguno de estos jóvenes artistas y para determinar que muchos de ellos fueron realizados por una niña, de unos cinco años...