La realidad es una lasaña curiosa. Tú vives tranquilo en tu capa de carne, intuyendo a través de la masa traslúcida los ingredientes que se esconden en los pisos de arriba y de abajo. Si la lasaña se rompe, los ingredientes se deslizan entre los distintos niveles, y entonces descubres que los pisos contiguos se organizan exactamente igual que el tuyo; con los mismos prejuicios y valores, sólo que enfocados siempre hacia el nivel vecino [..] Puedes ser normal y moderno, siempre y cuando no te salgas de tu capa, claro.