Con un sólo gramo de grafeno, se podría cubrir todo un campo de fútbol con una fina película totalmente transparente de un material prácticamente impenetrable. Hasta entonces, el grafeno era un material unicornio, es decir, “sólo existía desde el punto de vista teórico”, explica Jesús de la Fuente, consejero delegado y socio fundador de Graphenea, una pequeña empresa vasca que, en colaboración con el Centro de Investigación en Nanotecnología de San Sebastián (CIC nanoGune), ya ha fabricado las primeras muestras de grafeno.