Tras la guerra de Vietnam, Estados Unidos vio claro que necesitaba un avión de combate de nueva generación. Los rusos habían desarrollado el MiG-25 en 1967, y la respuesta del país norteamericano llegó por partida doble primero con el Grumman F-14 y luego con el McDonnel Douglas (ahora parte de Boeing) F-15 de ala fija. Este caza haría su primer vuelo en julio de 1972 y entraría en servicio en 1976, pero lo singular es que tras casi 50 años desde aquel primer vuelo el F-15 ha logrado adaptarse a los nuevos tiempos.