¿Qué sucedió para que Anvil, el unánimamente considerado mejor grupo heavy de la camada de los ochenta no se comiera un colín y unos tipos tan blandengues, con mechas y pelo cardado, como Bon Jovi y Whitesnake arrasaran en las listas? Detalles, una concatenación de pequeños detalles que, sumados uno a otro, marcan la diferencia (abismal diferencia) entre el éxito y el fracaso, una finísima frontera que fue indagada por el analista de las pequeñas cosas Malcom Gladwell en su libro ‘Fueras de serie’.