Un piloto español fue juzgado tras un caso similar al del Hudson, con un muerto.Le sometieron a juicio porque murió uno de los pasajeros, un antiguo alcalde tinerfeño. Fue condenado a muerte por la justicia militar, que regía entonces la aviación en España, pero se salvó al demostrar la autopsia que el pasajero falleció por un infarto, no ahogado.