Jessica, de 9 años, fue raptada de su cuarto en Homosassa, en el centro de Florida, en febrero de 2005, lo que causó una búsqueda masiva. Ella fue encontrada tres semanas después cerca del remolque donde había estado viviendo Couey, en una tumba poco profunda, agarrando un delfín de peluche y envuelta en dos bolsas negras de plástico que se usan para basura.