A la larga, todo el mundo te acabará decepcionando, pero don José Antonio, sin evidenciar ninguna cualidad digna de mérito en el desempeño de sus actividades, sigue ahí, en la cumbre, sin decepcionar a casi ninguno de sus seguidores. Casi todo lo hace mal pero gusta, me pregunto por qué. No les importará demasiado a sus miles de ensalzadores que me permita criticar a su santón siendo como soy una gotita de agua en el insondable mar mediático.