Una cena con Beyoncé era el premio de una subasta benéfica. Con lo que no se contaba es que los ganadores de la misma fueran miembros de PETA que inmediatamente comenzaron a acosarla y a hacerle preguntas sobre su pasión por las pieles, ya que la cantante además pretende sacar una línea de ropa donde este tipo de materia prima estará muy presente.