En concreto, durante esa época se gastaron 883.368,17 euros en vuelos intercontinentales, 654.323,34 euros en vuelos dentro de Europa, 489.475,19 en trenes Barcelona-Madrid y 860.138,14 en hoteles (466.890,05 en estancias nacionales y 393.248,09 en alojamientos internacionales). Además, destacan dos partidas sin especificar, la de ‘otros servicios en hoteles’: 1.523,00 euros; y la más genérica aún de ‘otros servicios’ (213.391,29 euros), que podría estar relacionada con gastos de protocolo.