Lejos de rectificar, los organismos reguladores del mercado financiero optan ahora por culpar a los agentes que sirvieron de meros transmisores de una política crediticia errática. Atentos, pues, a todas aquellas voces que hoy increpan contra el "libre mercado", el "capitalismo salvaje" y el "liberalismo radical", ya que son las excusas bajo las que se esconderán los verdaderos culpables de la crisis económica.