Un silencio brutal y una profunda vergüenza es lo que la fotografía de Kevin Carter debería haber germinado en el mundo, pero no ocurrió así. Moralistas progres, gañanes de opinión, reaccionarios bien/pensantes, laicos y no, todos ellos evangelizadores de la Verdad Absoluta y Salvadores de la Humanidad. Pero nadie dijo, escribió, pensó que uizás Kevin Carter lo que jamás imaginaría -yo me atrevo a afirmar que ni pensaría y mucho menos desearía- es que 20 años después de su 'denuncia' la hambruna siguiera formando parte del Sudán (... Link)