¿Os habéis preguntado alguna vez por qué hay determinadas mezclas de tonos que resultan agradables, casi naturales, mientras que otras parecen ruido? Independientemente de los gustos musicales, si escuchamos un acorde formado por do, mi y sol, percibiremos una sensación de unidad, de armonía, mientras que un acorde formado por do, do# y re nos resultará extraño, casi desagradable. El motivo: la física.