[c&p] Para poder ver los movimientos de los enemigos y dirigir el fuego de la artillería, el ejercito alemán, primero, y posteriormente el resto de los contendientes utilizó el globo cautivo, un globo que se ataba a tierra, que se construía en dos partes, llenándose la parte frontal de gas y la posterior de aire. A dicho globo se subían “uno o dos valientes” que tenían todas las papeletas de pasar a mejor vida, pues a medida que la ingeniería aeronáutica fue mejorando los aviones, a los pilotos no les costaba en demasía derribarlos.