En Madrid, para atravesar la rotonda de Isaac Rabin, entre la Avenida de la Ilustración y la calle de Nueva Zelanda, un conductor se enfrenta a unos cinco semáforos. Si quisiera dar la vuelta entera y meterse en alguna de las calles que confluyen en ella se toparía con algunos semáforos más. En total son 19 en toda la zona. Casi una veintena de luces rojas y verdes instaladas en agosto han hecho que este trayecto, que antes se hacía en unos pocos segundos, se convierta ahora en una tortura para algunos de los vecinos.