Líos, reclamaciones, movida... Los comisarios del Gran Premio de Australia han dado el OK a los difusores polémicos, es decir, que han declarado conformes y listos para correr a los Brawn, Williams y Toyota, y se ha armado la tremolina. Se esperaba que dieran su consentimiento después de que Charlie Withing, delegado técnico de la FIA, dijera que habían aprovechado una laguna en el reglamento. Una escapatoria, fue su expresión. Y tres comisarios australianos no le iban a llevar la contraria.