Este año han vuelto a reabrirlo. Tienen un entresuelo con magníficos mosaicos rescatados de Pompeya y Hercolano con motivos gastronómicos, el suelo dedicado a la batalla de Alejandro... Pero lo más alucinante es la parte dedicada a las “artes obscenas” rescatadas de Pompeya. Esculturas en las que se veneraba la sexualidad y el falo, vierteaguas, señalizadores de calles, ornamentos, collares, pulseras, estatuillas, portavelas… todos con alusiones al sexo. Y para culminar, las imágenes del lupanar de Pompeya.