Dos son los peligros que amenazan la supervivencia de los bancos marisqueros de las Rías Baixas: la escasa salinidad de las aguas en las zonas intermareales y la acumulación de lodos y piedras en las playas. Un tercer factor decisivo está en la duración de estas alertas. Cuanto más se prolongue el temporal mayor será la mortandad. En varias zonas, los análisis revelaron una salinidad con valores del 15 por mil, muy inferiores a la media normal, de 35 por mil.