La maldición del faraón Tutankamón, según la leyenda, se perpetúa sobre quienes violaron el sello de su tumba. A los 85 años del descubrimiento de su enterramiento por el inglés Howard Carter, Tutankamón parece decidido a vengarse de los británicos impidiendo que una gran exposición sobre sus tesoros arqueológicos pueda ser albergada el próximo año en la Millennium Dom, la inmensa carpa levantada a orillas del Támesis en el sureste de Londres