A Mastercard, patrocinadora oficial de la competición desde 1990, no le gustó nada ver cómo la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) optó por su gran rival, Visa Internacional, para el patrocinio de los dos mundiales de 2010 y 2014. Llevó el caso a juicio en mayo, acusando a la federación de negarle su derecho a igualar la oferta de su competidora. El tribunal de Nueva York, donde tiene su sede la empresa, acaba de darle la razón a Mastercard.