El Palacio de Dueñas se encuentra en una estrecha calle del centro de Sevilla de difícil acceso. Tanto, que las unidades móviles de las televisiones han tenido que aparcar en una plaza anexa. Frente a la puerta principal de la casa de los Alba ya hay coches de policía, vallas que acotan el terreno entre curiosos y decenas de periodistas, pendientes de las idas y venidas de los novios, amigos...