España será, en varias décadas, un país de viejos. Uno de cada tres españoles tendrá en 2050 más de 65 años, y sólo uno de cada diez tendrá menos de 14. Es la cruda realidad del envejecimiento, "tardío pero intenso", de la población española, confirmadas ayer por una proyección oficial, la que contiene la nueva Estrategia Nacional de Pensiones, que el Gobierno tendrá que remitir próximamente a Bruselas. El resultado es que el gasto en pensiones se doblará. Si ahora representa el 7,59% de la riqueza nacional, en 47 años será el 15,32% del PIB.