Pero aún siendo de ficción, parece que está basado en un hombre real, concretamente en un médico escocés llamado Joseph Bell House. Este hombre, nacido en 1837, fue un médico cuyos razonamientos analíticos conoció Arthur Conan Doyle cuando comenzó a estudiar medicina en la Universidad de Edimburgo, donde Bell era profesor. El alumno tomó como patrón para su personaje, para Sherlock Holmes, al profesor y su forma de razonar y deducir, sin duda el aspecto más peculiar del detective.