La que se armó en Twitter por mi artículo de despedida (a mi manera) del diario Público (pego docenas de pantallazos). Ni habiendo sido el principal soporte mediático de aquel Gobierno de saltimbanquis, merecen quedarse en paro las buenas personas que hubiese en la redacción y las oficinas de Público, que un periódico no es sólo periodistas, sino también comerciales, maquetadores, administrativos, recepcionistas y demás. Desde aquí les transmito mis más sinceras disculpas por si se sintieron aludidos por mi columna en La Gaceta...