Este es el verdadero escándalo y no el dibujo, y, ante esto, el juez del Olmo no hace absolutamente nada. Dos meses de vacaciones, un Bribón nuevo, cacerías y ausencias pero lo importante es un dibujito diciendo que está trabajando. España sigue siendo diferente. Pero si sigue así, la estancia de esta familia en La Zarzuela y en Marivent, tiene fecha de caducidad. Que la gente empieza a despertar.