En el sur de Florida, Enrique Milla, de 62 años, casado desde hace 25 años, tuvo que ir al urólogo para tratarse una disfunción eréctil. El profesional le manifiesta que la única solución es “Un implante de pene”, pero durante la cirugía “algo salió mal”. Cbs4.com, publicó que “Enrique Milla, que es diabético, se le gangrenó el miembro viril tras la operación, por lo que se lo tuvieron que amputar de urgencia”. El paciente y su mujer, ya comenzaron una demanda al médico que lo operó, acusándolo de “negligencia”.