Si así fuera, se negarían a si mismos en la consideración habitual de que el presidente es terco y por lo tanto inflexible o invariable. Y no me negarán, además, de que si alguien es un exponente de cualquier teoría del doble ese es Mariano Rajoy, que unas veces parece él, otra su hermano, y si se trata de hablar del cambio climático, como ayer, su primo. O los gemelos Acebes-Zaplana, que son tan unívocos a veces como otras complementarios.