Alejo Riñones ha sido el primer edil en España llevado a juicio por no tomar medidas para impedir el "botellón". Los acusadores, un matrimonio que vive en las inmediaciones del lugar donde se celebra el botellón, recurrieron a detectives privados para hacer grabaciones y mediciones del nivel de ruido. La Audiencia Provincial ha absuelto al alcalde por considerar que no se da el delito del que se le imputa ("prevaricación ambiental omisiva") ya que ha propuesto alternativas de ocio, mantiene el servicio de limpieza necesario, etc. Hay recurso.