UN VENEZOLANO EN EL EXTERIOR Somos muchos los que por diferentes motivos un día decidimos dejar nuestra casa, familia, amigos y amores para irnos a otra tierra a empezar de nuevo. Sin ventajas, sin enchufes, sin apoyo, sólo con la maleta llena de trapos inadecuados para el invierno, ilusiones, un título enrolladito (que sigue enrolladito y sin homologar) un paquete de Toronto y una lata de pirulín para aguantar hasta que el primer valiente se uniera o viniera a visitarnos. Lee toda la historia y si viertes una làgrima es porque sabes amar.