En la mañana del 27 de mayo de 1942, Reinhard Heydrich, el dirigente nazi que controlaba la seguridad del Tercer Reich, sufrió un atentado en Praga cuando se dirigía a su cuartel general del castillo de Hradcany. Iba solo con el chófer, sin escolta, en su Mercedes-Benz descapotable, exhibiendo su poder como protector de Bohemia y Moravia, el territorio checo anexionado a Alemania en 1939.La operación Anthropoid para asesinar a Heydrich había sido planeada por el Gobierno checo en el exilio en Londres.