La primera emisión televisiva con potencia para traspasar la atmósfera terrestre fue la de Hitler inaugurando los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. Con el paso de los años, según se generalizaron la radio, la televisión y el radar, gritamos cada vez más alto al Universo que estamos aquí. "Pero nuestro pico de transmisiones fue muy corto", advierte el astrofísico argentino Guillermo Lemarchand, autoridad mundial en la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés). La vociferante Humanidad empezó a bajar el volumen...