En 1936, todavía ignorante del destino que lo aguardaba, Juan Perón era apenas un joven oficial del Ejército. Tenía poco más de 40 años, había participado del derrocamiento de Irigoyen (de lo que después se arrepentiría) y estaba recién ascendido a mayor. Hasta entonces, los hitos más notables de su foja de servicios eran la autoría de algunos trabajos sobre historia militar. Estaba casado con Aurelia Tizón, Potota, concertista de guitarra e hija de un afiliado radical, y en su horizonte aún no había rastros del personaje que le tocaría...