Científicos de la Universitat Politècnica de València han demostrado que, al contrario de lo que se creía hasta ahora, las condiciones meteorológicas sí que influyen de forma significativa en el rendimiento de las redes Wi-Fi. La lluvia, el frío o el calor, y la incidencia solar pueden afectar a estas redes, y los científicos creen que tener esto en cuenta ayudará a mejorar el funcionamiento de las mismas en el futuro.