[c&p] Un fotodetector convencional registra una partícula de luz, un fotón, pero sólo una vez. No puede hacerlo dos veces porque en la misma detección, la primera y última, absorbe su energía, lo destruye, o al menos lo altera radicalmente. Pero unos físicos franceses y alemanes se las han ingeniado para ver un fotón muchas veces, sin destruirlo, y seguir su vida.