Todo es poco para la pequeña de Tom Cruise y Katie Holmes. Da igual lo que se le antoje a la niña que sus papás harán lo que haga falta para verla feliz. Sin ir más lejos, la semana pasada le apetecía patinar sobre hielo y decidieron que hiciera deporte en la mejor pista del mundo cerrándola sólo para ella: la situada en la entrada del Rockefeller Center en Nueva York. A parte, han tomado muy buena nota de la carta que la pequeña hizo a Papá Noel, que incluía entre otros detalles, unos pendientes de diamantes o un pony.