Desde el mismo momento de su muerte, el 23 de julio de 2011, se supo que Amy Winehouse se incorporaría a la iconografía de las grandes estrellas de la música pop. Por tanto, una mujer cuyo legado continuaría destilándose durante mucho tiempo. Al igual que se dispararían las habladurías, rumores, fantasías, maledicencias, alabanzas... El último en sumarse ha sido Pete Doherty, declarando hace unos días, por sorpresa, que fue amante de la cantante.