Entre agosto y septiembre de 2008, 20 jóvenes navarros fueron detenidos acusados de pertenecer a Segi o de haber participado en actos de kale borroka. Sus familias denuncian ahora la "desproporción" del trato que han recibido sus hijos, y del que son víctimas indirectas "Si tienen pruebas, que les juzguen ya", reclaman, aunque asumen que su estancia en prisión puede alargarse hasta el máximo de cuatro años de prisión preventiva. "Yo estoy acojonado, sobre todo después de lo que está ocurriendo con Hodei Ijurko", añade Jokin Azkona.