El oso cántabro logra montar durante veinte minutos a «Tola», tras una semana de cortejo. El animal, exhausto, se dio un baño en el estanque; la hembra se fue a descansar. «Furaco» metió el gol, si no el más laureado de un fin de semana muy futbolístico, sí uno de los más esperados. Y también muy presenciado, a buena cuenta de los numerosos visitantes que hubo estos días en los valles del Trubia.