Una leonesa está dispuesta a "donar sus órganos a cambio de una compensación económica", ya que, según dice, su situación es totalmente crítica, vive aislada en su casa y tiene una deuda que llega a los 300.000 euros. Después de estar trabajando 42 años, I.A., se encuentra sumergida en una crisis económica y psicológica. I.A. recuerda aquellos años en los que tenía un establecimiento y un bar, sus hijos iban a colegios privados hasta que la crisis económica cambió su vida de forma radical. Empezó a perder sus negocios, el mobiliario del bar....