"Ahora, con los nietos zapateriles, nos salen los héroes de la resistencia póstuma a Franco y son los obedientes, sicarios, súbditos, anodinos, palanganeros, obsequiosos y cobardes de siempre. Los que disfrutan escupiendo a un busto o a la lápida de un dictador que no tenía que hacer nada para mantenerlos a todos paralizados de miedo. Son nuestros héroes antifranquistas del nuevo régimen. O han tardado tres décadas en estar seguros de que su osadía no conlleva riesgos o acaban de darse cuenta de que pueden sacarle partido. Yo los desprecio."