El Plan Moderna, aprobado por el Parlamento navarro, propone medidas revolucionarias en el sector público foral. El plan, concebido para cambiar el modelo productivo de aquí a 20 años, fija como objetivo, entre otros, "eliminar el carácter vitalicio" de los futuros empleados públicos (funcionarios).El texto, que contó con el voto a favor de los principales grupos de la Cámara (UPN, socialistas, CDN y APF) y el rechazo de Izquierda Unida (IUN-NEB) y los nacionalistas de Nabai.