No hace ni tres meses, en la mayor obra pública que está en marcha en Vigo había trabajadores que cobraban a 2,8 euros la hora. Eran ciudadanos portugueses empleados en condiciones extremas por empresas subcontratadas, a cuyas nóminas tuvo acceso La Voz de Galicia en el mes de diciembre. Según confirman fuentes de la construcción, la sociedad concesionaria de la obra ha prohibido a sus subcontratas que empleen a obreros portugueses, después de la alarma generada por sus condiciones de trabajo.