La semana del Desayuno Nacional de la Oración, que comenzó ayer en Washington, no ha podido tener un prólogo más escandaloso. Dos parlamentarios de Uganda, miembros de La Familia, la organización secreta conservadora cristiana que organiza el encuentro aceptaron el pasado lunes, día 1 de febrero, después de la amable sugerencia del Departamento de Estado norteamericano, faltar a la cita. Los dos parlamentarios, apoyados por el presidente de Uganda, han presentado en el congreso una ley que propone aplicar la pena de muerte a los homosexuales.