Imagínate, caminas por tu ciudad y se acerca un joven sordomudo, te hace gestos para que le firmes en una hoja, en la cual se pide que se abra un nuevo centro para discapacitados. Tu firmas y luego te hace gestos para que le des un donativo. Con tu buena fé, le das unos eurillos y te vas pensando que has ayudado a gente que lo necesita. No mas lejos de la realidad, te han timado.